cada uno de estos dos candidatos, uno para presidente, demócrata, y la otra para vicepresidente, republicana, son cuestiones contextuales culturales; la condición biológica, de raza negra por un lado y de sexo femenino (genitalidad XX) por el otro, de millones de sujetos en el territorio norteamericano serán sometidas a juicio electoral. Los medios de comunicación del mundo no están hablando de propuestas políticas, económicas o sociales de los candidatos a la Casa Blanca, sino de lo asombroso que resulta que una persona negra de piel haya llegado a tan alta situación de poder, convertirse en el candidato favorito para la presidencia, resaltando lo asombroso como si fuese algo absolutamente improbable y loquísimo que un negro pueda tener las mismas capacidades, o porque no mejor, la posibilidad de obtener financiación, que un blanquito cualquiera. Hoy, con la elección de Sarah Palin, gobernadora del otro culo del mundo, Alaska, como compañera de fórmula republicana, los medios de todo el mundo empezaron a especular con la muerte segura de McCain durante su mandato, si este resultara vencedor de las elecciones de noviembre, y lo que podría llegar a sucederle a la potencia mundial si una ex reina de belleza se hiciese cargo del puesto. La “tolerancia” multiculturalista y posmoderna de estos tiempos se diluye ante semejante panorama para la masa mundial que se horroriza ante propuestas alguna vez impensables: que un negro o una mujer sean los sujetos más poderosos del mundo. Hoy podemos empezar a hacer apuestas: que es más pernicioso para la mentalidad “política” de los norteamericanos. Empezá a pensar tu apuesta, que en noviembre hacemos la encuesta.Yo ya hago la mía: ser negro le da más impresión al blanco patriarcal capitalista, a una mujer ya la conocen, porque para ellos otra posibilidad sexoracial no existe.
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