septiembre 06, 2010
Bajo Sospecha. El programa radial que escandaliza a los salteños
Por Mariela Barraza (Semanario Cuarto Poder - 4.9.10)
Un grupo de personajes, nada convencionales, se dan cita todas las semanas en Fm Dínamo(100.9) para perpetrar un programa muy ruidoso. Gays orgullosos y exagerados, travestis venidos a menos, lesbianas instruidas y, como operador, un hombre que resulta ser “la mujer barbuda “son algunos de los protagonistas, de la noche del viernes, que pasan de ser bizarros y chocantes a ser mágicos. Encarnan todos los prejuicios sociales de los que se mofan alegremente y el mundo de estereotipos gays y homosexuales que exponen crudamente y, también, se mofan alegremente. Deschaban un mundo totalmente velado a los heterosexuales, son guarangos, provocadores y talentosos. “Bajo Sospecha” es la propuesta inteligente sin términos medios. Para el culto o el insulto.
Los avances alertan que el programa es en horario de protección heterosexual: Gatos , loros, putos , travas… ojo que mancha, pregonan de entrada. Está conducido por “Alejandra Pizarnick”, una flaca desgarbada, con aire de víbora cobra, enmarcada por una nube de humo que tiene 3 y hasta 4 cigarillos prendidos simultáneamente para no descansar de fumar. Es gay, del tipo punk. Toda zaparrastrosa y descuidada, está de absoluto negro con adornos metalizados que no hacen juego entre sí. Es inteligente, sarcástica y efectista. Goza en la provocación por lo tanto escupe palabras soeces y sucias que contraríen: poronga, verga, pinchila, ocote o pedo, le gustan pronunciar. Aclara debidamente que “ a los pobres hay que llamarlos pobres , por su nombre , no humildes que es el sana-sana católico para que la gente que está hecha mierda”. Le encanta que a los demás les choque su vocabulario. Como es quien conduce el programa, es dueña de interrumpir a cada rato para intercalar sus apreciaciones chabacanas. Durante la entrevista, off de récord, afirma convencida que lo único que tiene en común con el campo es que un día se impresionó porqué vio, que nunca había visto,” cómo le salía la mierda del culo a un caballo” y de ahí se hizo rural y manda cartas a Animal Planet.
La acompaña en el panel, como para desentonar, una travesti muy refinada; Milagros del Valle, abogada. Ella hubiera añorado ser presentada en sociedad, en el baile de señoritas del Club 20 de Febrero si no fuera porque, cuando se presentaron las chicas de su generación, ella era hombre todavía. Se deschavetó ni bien se recibió de abogada. Cumple con el mandato familiar derechoso por lo tanto está en contra de la ley del matrimonio igualitario. Luce espléndida y prolija. Vestida de diseñador, con el cabello lacio cuidado de peluquería, en zapatos clásicos Manolo color negro, y su cartera Luis Vuitton sería la novia perfecta si no le sobrara un cacho de carne. Me da la impresión que no se anima a revolear el culo de una vez por todas.
Cronista: Milagros, cómo llega Ud. a hacer un programa de radio?
Milagros del Valle: Y… (acomoda la garganta para nasalizar la voz) porque tenía un vacío profundo y como tengo tiempo de sobra, vengo. Mis papis me dan de todo para que yo esté bien así que, nada, nothing, estoy here. Habla un inglés perfecto y su columna tiene que ver con la moda europea, las novedades en “e Bay”, un sitio como Mercado Libre pero yanqui y parece que con más glamour, y alude permanentemente a la gente de alta sociedad. Ella dice que fue al Colegio Jesús pero es bastante improbable que las monjas hayan recibido por pupilo una persona en tal envase.
Otro columnista: Hugo La Fire. Es el más aputosado. De barrio, sencillo, tirado a berretón. De pelo corto, colorado zanahoria y glúteos como cremosos, se encarga de que la calza blanca le marque bien la tanga negra que lleva debajo. Se arregla las uñas con una lima fosforescente mientras dispara munición gruesa. Es la voz popular que dice lo que todos piensan y nadie se anima. Comenta temas de actualidad, critica al Tribuno en particular y conoce los secretos de toda la gente a la que no tiene problema de quemar sin piedad.
Los tips lesbianos y la revelación para detectarlas son las especialidad de “José Saramago”, una chica andrógina vestida de hombre quien tiene un consultorio sentimental para “tortitas”. Tiene anteojos de marco grueso y le sale la camisa de a pedazos del pantalón pinzado al que parece haberle agregado” algo” en la bragueta. Es el más serio en sus planteos y tiene, casi obsesivamente, tipificados todos los tipos de homosexuales y sus comportamientos.
Si hasta acá el elenco era un delirio se completa con una holografía (una imagen etérea que se proyecta larga en la pared) llamada “Virginia Wolf”. Con la pollera tubo hasta los talones con saquito corte sastre encima la camisa blanca con vuelos y los pelos sublevados, Virginia parece deportada de una plantación de opio. Sus temas son los duendes, las hadas, la mitología (a la que considera un puterío generalizado), los cactus e historias urbanas que comienzan bien y en el camino se deliran mal hasta caer en lo ridículo o inverosímil. Los demás, la escuchan atentos ya que sus temas son puntillosamente seleccionados, lástima que viran al carajo indefectiblemente. Sostienen que ella está en una Estación Espacial Ultrasensorial, desde donde se proyecta y rescata temas de interés público. Por último el operador es una mujer carnosa y con barba.
Locuaces, sacados y muy talentosos, con la producción general de Matías Hessling, los “Bajo sospecha” escandalizan a propios y ajenos. Por la 100.9, dínamo fm los viernes a partir de las 22 .00 y sino en el facebook “ Bajo Sospecha”, se pueden irritar con el audio de los programas. Es la propuesta rosa de Cuarto Poder . (M.B)
Un grupo de personajes, nada convencionales, se dan cita todas las semanas en Fm Dínamo(100.9) para perpetrar un programa muy ruidoso. Gays orgullosos y exagerados, travestis venidos a menos, lesbianas instruidas y, como operador, un hombre que resulta ser “la mujer barbuda “son algunos de los protagonistas, de la noche del viernes, que pasan de ser bizarros y chocantes a ser mágicos. Encarnan todos los prejuicios sociales de los que se mofan alegremente y el mundo de estereotipos gays y homosexuales que exponen crudamente y, también, se mofan alegremente. Deschaban un mundo totalmente velado a los heterosexuales, son guarangos, provocadores y talentosos. “Bajo Sospecha” es la propuesta inteligente sin términos medios. Para el culto o el insulto.
Los avances alertan que el programa es en horario de protección heterosexual: Gatos , loros, putos , travas… ojo que mancha, pregonan de entrada. Está conducido por “Alejandra Pizarnick”, una flaca desgarbada, con aire de víbora cobra, enmarcada por una nube de humo que tiene 3 y hasta 4 cigarillos prendidos simultáneamente para no descansar de fumar. Es gay, del tipo punk. Toda zaparrastrosa y descuidada, está de absoluto negro con adornos metalizados que no hacen juego entre sí. Es inteligente, sarcástica y efectista. Goza en la provocación por lo tanto escupe palabras soeces y sucias que contraríen: poronga, verga, pinchila, ocote o pedo, le gustan pronunciar. Aclara debidamente que “ a los pobres hay que llamarlos pobres , por su nombre , no humildes que es el sana-sana católico para que la gente que está hecha mierda”. Le encanta que a los demás les choque su vocabulario. Como es quien conduce el programa, es dueña de interrumpir a cada rato para intercalar sus apreciaciones chabacanas. Durante la entrevista, off de récord, afirma convencida que lo único que tiene en común con el campo es que un día se impresionó porqué vio, que nunca había visto,” cómo le salía la mierda del culo a un caballo” y de ahí se hizo rural y manda cartas a Animal Planet.
La acompaña en el panel, como para desentonar, una travesti muy refinada; Milagros del Valle, abogada. Ella hubiera añorado ser presentada en sociedad, en el baile de señoritas del Club 20 de Febrero si no fuera porque, cuando se presentaron las chicas de su generación, ella era hombre todavía. Se deschavetó ni bien se recibió de abogada. Cumple con el mandato familiar derechoso por lo tanto está en contra de la ley del matrimonio igualitario. Luce espléndida y prolija. Vestida de diseñador, con el cabello lacio cuidado de peluquería, en zapatos clásicos Manolo color negro, y su cartera Luis Vuitton sería la novia perfecta si no le sobrara un cacho de carne. Me da la impresión que no se anima a revolear el culo de una vez por todas.
Cronista: Milagros, cómo llega Ud. a hacer un programa de radio?
Milagros del Valle: Y… (acomoda la garganta para nasalizar la voz) porque tenía un vacío profundo y como tengo tiempo de sobra, vengo. Mis papis me dan de todo para que yo esté bien así que, nada, nothing, estoy here. Habla un inglés perfecto y su columna tiene que ver con la moda europea, las novedades en “e Bay”, un sitio como Mercado Libre pero yanqui y parece que con más glamour, y alude permanentemente a la gente de alta sociedad. Ella dice que fue al Colegio Jesús pero es bastante improbable que las monjas hayan recibido por pupilo una persona en tal envase.
Otro columnista: Hugo La Fire. Es el más aputosado. De barrio, sencillo, tirado a berretón. De pelo corto, colorado zanahoria y glúteos como cremosos, se encarga de que la calza blanca le marque bien la tanga negra que lleva debajo. Se arregla las uñas con una lima fosforescente mientras dispara munición gruesa. Es la voz popular que dice lo que todos piensan y nadie se anima. Comenta temas de actualidad, critica al Tribuno en particular y conoce los secretos de toda la gente a la que no tiene problema de quemar sin piedad.
Los tips lesbianos y la revelación para detectarlas son las especialidad de “José Saramago”, una chica andrógina vestida de hombre quien tiene un consultorio sentimental para “tortitas”. Tiene anteojos de marco grueso y le sale la camisa de a pedazos del pantalón pinzado al que parece haberle agregado” algo” en la bragueta. Es el más serio en sus planteos y tiene, casi obsesivamente, tipificados todos los tipos de homosexuales y sus comportamientos.
Si hasta acá el elenco era un delirio se completa con una holografía (una imagen etérea que se proyecta larga en la pared) llamada “Virginia Wolf”. Con la pollera tubo hasta los talones con saquito corte sastre encima la camisa blanca con vuelos y los pelos sublevados, Virginia parece deportada de una plantación de opio. Sus temas son los duendes, las hadas, la mitología (a la que considera un puterío generalizado), los cactus e historias urbanas que comienzan bien y en el camino se deliran mal hasta caer en lo ridículo o inverosímil. Los demás, la escuchan atentos ya que sus temas son puntillosamente seleccionados, lástima que viran al carajo indefectiblemente. Sostienen que ella está en una Estación Espacial Ultrasensorial, desde donde se proyecta y rescata temas de interés público. Por último el operador es una mujer carnosa y con barba.
Locuaces, sacados y muy talentosos, con la producción general de Matías Hessling, los “Bajo sospecha” escandalizan a propios y ajenos. Por la 100.9, dínamo fm los viernes a partir de las 22 .00 y sino en el facebook “ Bajo Sospecha”, se pueden irritar con el audio de los programas. Es la propuesta rosa de Cuarto Poder . (M.B)
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