septiembre 21, 2008

Me cansé (quiero sentirme bien). Una nueva estación.


Me cansé de los dueños de esos perros que cagan en todas partes, que ladran a cualquier hora.

Me cansé de esa gente que se dice gente que quiere ser lo que no es, que criminaliza y pide seguridad señalando con el dedo.

Me cansé de tu clase media. Esa clase que vive en edificios de mil departamentos cual cajitas de zapatos apiladas que cree vivir en lujosos apart.

Me cansé de esa gente que vive individualmente en un mismo edificio, esa gente que te da vuelta la cara 2 metros más allá del umbral.

Me cansé de los siervos de esa gente.

Me cansé de tu brillo que esconde una oscuridad en la que amé perderme.

Me cansé de tus ruidos de ambulancia, que gritan la desgracia como si sería peor para el moribundo que nadie se enterase que está apurado.

Me cansé de tus taximetreros dueños de las calles que no dejan pasar las ambulancias, que les contestan con mas gritos; bocinas.

Me cansé de los servicios de transportes que nos trasladan frenéticos. Pero más me cansé de esa gente que se deja trasladar pasivamente, y de las que se quejan por ellos mismos para ellos mismos por el mero hecho de quejarse.

Me cansé de esa gente que llama la atención con gritos, hablando con su portatil, pintándose el pelo, untándose caca, y clavándose estacas en las orejas para ser únicos y contrastar con vos, cuando solo te hacen brillar más y se pierden más en vos.

Me cansé de tus visitantes nortelatinoamericanistas que hacen de vos la Miami del sur.

Me cansé de la gente sola que busca, de la gente sola que se cree fantástica, de la gente sola que no sabe que hacer ya para no estar más sola.

Me cansé de los atontamientos de gente reunida comprando comprando comprando, marcas, tanto como de tus carteles que ya no saben que vender.

Me cansé de los sensacionalismos de tu prensa, de tus lugares tops, y de los snobismos universitarios.

Me cansé de escuchar gente quejándose de vos.

Me cansé de ver gente atrapada, presa de tus brillos, vacías caminando encandiladas por tus deslumbres.

Me cansé de sorprenderme todo el tiempo.

Me cansé de tu chamuyo, tu presunto progresismo que esconde las formas más reaccionarias de la esquizofrenia psicoanalizada.

Me cansé de todo lo que me diste, de lo que me permitiste, de todo lo que me fomentaste.

Me cansé de no tener que cansarme cuando empecé a cansarme para seguir amándote.

Me cansé de descubrirte.

Me cansé de darme cuenta de que sos menos de lo que dicen de vos, y mucho más de lo que puedan decir de vos, y que es poco lo que se pueda decir de lo que uno puede encontrar encontrándose pensando, diciendo, después de encontrarse cansándose de encontrarse en cada esquina.

Me cansé de tu cielo hermoso si no lo puedo tocar.

Me cansé de esconderme en tus brazos, porque siempre me terminaban encontrando.

Me canse de que tu brillo no pueda opacar el mío.

Me cansé de que vos sos mucho yo.

Me cansé de disfrutarte todo el tiempo.

Me cansé de morirme de amor por vos.

Me cansé de tener todo el tiempo tus amaneceres tempranos, y tus días de lluvias que te ponen más bella que nunca.

Me cansé de que nunca te calles, y me hables, me tortures con las cosas que te pasan.

Me cansé de pensar porque debería llorar yo por ti, cuando te gusta ser como sos, tener lo que tenés, hacer lo que hacés, representar lo que contenés.

Me cansé de que me muestres la miseria humana.

Me cansé de los rituales que inventé.

Me cansé de ir mas adentro, de no saber que puede pasar, de encantarme son ese sabor.

Me cansé de empezar a odiarte, necesito dejarte para seguir amándote.

Me cansé Buenos Aires, quiero sentirme bien, cambiar la dirección por un momento.

No voy a sacudirme los años que me diste, prometo serte fiel.



Me cansé (quiero sentirme bien). Una nueva estación.

Sonaba: Ely Guerra - sweet & sour, hot & spicy (2004)


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